Washington.- Tras perder fuerza este domingo a su paso por el estado de Luisiana, la tormenta Barry continúa su avance por el sur de Estados Unidos y ha llegado al estado de Arkansas convertida ya en una borrasca tropical, aunque las autoridades advierten de que aún supone una amenaza para las regiones en las que sigue dejando lluvias.
“Una de mis preocupaciones es que en estos momentos dos tercios del estado se encuentran bajo la amenaza de lluvias excesivas, con inundaciones, aunque el riesgo de deslizamientos es moderado”, advirtió este lunes el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, en una entrevista con la emisora Fox News Talk Radio.
Después de transformarse en huracán durante una hora antes de llegar a la costa, Barry tocó tierra a primera hora de la tarde del sábado en Luisiana en forma de tormenta tropical.
Ya convertida el domingo en borrasca tropical, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), en estos momentos se desplaza “lentamente”, a una velocidad de 20 kilómetros por hora, por Arkansas, en el interior del país.
No obstante, las autoridades han pedido a la población que se mantengan alerta ante la posibilidad de que las lluvias puedan provocar inundaciones que compliquen aún más las tareas de los servicios de emergencia, que trabajan sin descanso desde hace días.
“Seguimos con esa incertidumbre mientras que trabajamos en hacer frente al efecto de la tormenta”, reconoció el gobernador.
De acuerdo con el NHC, es probable que Barry origine precipitaciones que causen acumulaciones de agua de entre 7,2 y 15,24 centímetros en zonas de la parte baja del valle del río Misisipi.
Las autoridades no han informado hasta ahora de posibles víctimas mortales por la tormenta, aunque los daños materiales se calculan en miles de millones de dólares.
A pesar de que el impacto de la tormenta fue menor del esperado, el medio de pronósticos AccuWeather estimó que el daño total y la pérdida económica causada por Barry se ha situado entre los 8.000 y 10.000 millones de dólares.
Además de la lluvia, las autoridades regionales han alertado de una amenaza adicional surgida como consecuencia del paso de la tormenta: la presencia de serpientes y “otras criaturas” en lugares insospechados.
¡Estén pendientes de nuestros ‘siseantes’ amigos!”, advirtió este lunes el municipio de St. Tammany en un mensaje de Twitter que incluía un enlace a un artículo de la publicación Insider sobre este asunto.
Las fuertes lluvias registradas en la zona este pasado fin de semana debido a la tormenta han alterado sustancialmente el hábitat de estos reptiles y de otros animales que se han visto obligados a abandonar sus lugares habituales y pueden reaccionar de manera agresiva al ser confrontados por un ser humano.
El cuerpo de bomberos de este municipio, que ha realizado numerosas incursiones a lo largo de los últimos días con el objetivo de prestar socorro a los ciudadanos que se han visto afectados por la tormenta Barry, ha divulgado a través de las redes sociales fotos de algunas de estas serpientes que han buscado refugio en los lugares más insospechados.
Antes de alcanzar tierra cerca de Intercoastal City, en Luisiana, Barry se convirtió en el primer huracán de la temporada atlántica con vientos de categoría 1 en la escala Saffir/Simpson de un máximo de cinco, hasta que se transformó en tormenta tropical al alcanzar la costa.
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica comenzó oficialmente el 1 de junio, pero antes, el 20 de mayo, se formó al sur-sureste de Bermuda una tormenta subtropical, “Andrea”, que se debilitó enseguida y no causó daños.
Luisiana sufrió en 2005 los efectos del huracán Katrina, que ocasionó más de 1.800 muertes, especialmente en la ciudad de Nueva Orleans.