La Guardia Costera de Estados Unidos ha publicado nuevas imágenes de los restos del sumergible Titan, que implosionó en el océano Atlántico el año pasado, resultando en la muerte de sus cinco ocupantes. Estas imágenes se hicieron públicas mientras se lleva a cabo la segunda semana de audiencias para investigar el trágico incidente que involucró al sumergible de la empresa OceanGate.
Guillermo Sohnlein, cofundador de OceanGate, expresó su esperanza de que este desastre inspire un renovado interés en la exploración submarina. “Este no puede ser el fin de la exploración de las profundidades oceánicas. Este no puede ser el fin de los sumergibles de buceo profundo y no creo que lo sea”, declaró Sohnlein, según reseñó Associated Press. Sohnlein salió de OceanGate antes del incidente con el Titan en junio de 2023, en el que murió su socio, Stockton Rush, junto con otros cuatro tripulantes.
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El Titan fue diseñado para llevar a cinco personas a profundidades de hasta seis kilómetros sin la necesidad de una nave nodriza dedicada, lo que habría reducido considerablemente los costos operativos. La empresa había planeado crear una flota de cuatro o cinco sumergibles con estas capacidades.
Phil Brooks, ex director de ingeniería en OceanGate, testificó ante la audiencia reconociendo que la firma enfrentaba serias dificultades económicas, las cuales repercutían en las decisiones relacionadas con la seguridad. Brooks señaló que a los trabajadores se les pedía a menudo renunciar a sus sueldos con la promesa de futuros pagos, una situación que afectaba negativamente a las medidas de seguridad. Tony Nissen, otro ex director de ingeniería de la empresa, comentó que se sentía presionado para preparar el sumergible para las inmersiones y que a menudo se le instaba a ignorar los plazos de seguridad, de acuerdo con The Independent.
La controversia en torno a los materiales utilizados en la construcción del Titan fue otro punto central en la audiencia. Roy Thomas, de la Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo, destacó los desafíos asociados con el uso de fibra de carbono en sumergibles. “La fibra de carbono es susceptible a fallos por fatiga bajo presión externa repetida”, explicó Thomas, agregando que este material no había sido evaluado de forma independiente, como es la práctica habitual en la industria
Los testimonios sobre la naturaleza problemática de OceanGate también revelaron tensiones internas dentro de la empresa. David Lochridge, exdirector de operaciones de OceanGate, declaró que la empresa priorizaba las ganancias sobre los aspectos científicos y la seguridad. Añadió que la compañía estaba más enfocada en actividades turísticas para obtener beneficios económicos.
A pesar de las críticas, Sohnlein defendió el uso de fibra de carbono para hacer el sumergible más ligero y menos costoso. Añadió que OceanGate colaboró estrechamente con la Guardia Costera durante el desarrollo del Titan y que la idea detrás de la empresa siempre había sido fomentar el acceso humano a las profundidades del océano.
Durante la última inmersión del Titan el 18 de junio de 2023, la tripulación perdió contacto después de un intercambio de mensajes de texto sobre la profundidad y el peso del sumergible. Según una recreación visual presentada en la audiencia, uno de los últimos mensajes del Titan al barco de apoyo Polar Prince decía: “todo bien aquí”. Los restos del Titan fueron encontrados posteriormente en el fondo del océano, aproximadamente a 300 metros de la proa del Titanic.
OceanGate, con sede en el estado de Washington, suspendió sus operaciones tras la implosión. La empresa ya no cuenta con empleados a tiempo completo; sin embargo, ha estado representada por un abogado durante las audiencias. OceanGate afirmó haber cooperado en todo momento con las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Costera y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de Estados Unidos.
La audiencia pública, que se espera que continúe hasta el viernes, incluye más testimonios de testigos y expertos. Entre los testimonios destacados se encuentra el del empresario Phil Brooks, quien detalló las decisiones de seguridad comprometedoras provocadas por los problemas financieros de la empresa. Otros testimonios pintaron una imagen de una empresa impaciente por lanzar al agua su nave de diseño poco convencional, lo cual ha desencadenado un debate mundial sobre el futuro de la exploración submarina privada.
Por: Itzel Olivo