Hace exactamente 78 años, un 11 de noviembre de 1946, los hogares dominicanos se llenaron de risas con el estreno de un programa que quedaría para siempre en el corazón de la nación: “Romance Campesino”.
Fue a través de “La Voz del Yuna”, la entrañable estación de Bonao, que se escucharon por primera vez las voces de Macario y Felipa, dos personajes que darían vida a la cotidianidad del campo dominicano, con un humor que hablaba de nosotros mismos, nuestras costumbres y el amor por nuestra tierra.
Bajo la dirección de Luis Mercedes Miches y Toña Colón, este cuadro de comedia nos presentó a la familia “Mala Punta”, quienes junto a José Antonio Estévez, Juan Antonio Cruz y Rosita Saladian, mejor conocida como “Cirita”, lograron plasmar el encanto de lo sencillo y las alegrías de la vida rural en cada emisión. La chispa y creatividad de sus diálogos pronto harían de “Romance Campesino” uno de los programas más queridos del país.
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La historia de “Romance Campesino” fue más allá de la radio. En 1952, este programa pionero dio el gran salto a la televisión, convirtiéndose en el primer programa transmitido en la televisión dominicana, nuevamente en “La Voz del Yuna”, bajo la dirección de Arismendy Trujillo, conocido como Petán.
María Cristina Camilo, quien presentaba el programa, hizo historia al ser la primera mujer dominicana en aparecer en la pantalla, llenando de orgullo a las dominicanas de la época y sentando un precedente en el medio televisivo.
Cada episodio era un tributo a la cultura campesina, a la inocencia y humor con que el dominicano enfrentaba la vida. A medida que el programa evolucionó, se sumaron nuevos personajes, como Ciriaca y Felipito, encarnados por María Rosa Almánzar y Julio César Matías, quienes trajeron una frescura a la serie, conquistando a nuevas generaciones.
En 1953, “La Voz del Yuna” pasó a llamarse “Palacio Radiotelevisor La Voz Dominicana”, consolidándose como un pilar de la radio y la televisión en el país.
Hoy, recordamos con gratitud y cariño aquellos momentos de humor sencillo y de orgullo nacional que “Romance Campesino” nos regaló. En cada risa y en cada historia, Macario, Felipa y toda la familia “Mala Punta” nos recordaban de dónde venimos y quiénes somos.
¡78 años después, el eco de sus voces sigue resonando en el corazón dominicano!
Por: Itzel Olivo