Anibel González una joven de 31 años recién cumplidos y que fue ultimada a tiros por su expareja Ray Fernández, quien también se suicidó, en San Pedro de Macorís.
“Era muy sonriente y dedicada a sus estudios”, así la definen todos los que la conocían.
Tras sufrir un atentado de muerte en el 2017 se dedicó a estudiar logrando una pasantía en la Embajada de República Dominicana en Washington, Estados Unidos.
“Me inscribí en el curso del inglés, pero no me mandaron el correo. No me dejen fuera del curso, porque tengo cosas que hacer y no podré llegar antes de una de la tarde”, indicó durante una llamada a la Cancillería dominicana.
Tres días antes de su muerte y en una de sus últimas conversaciones Gonzales estuvo en una actividad apoyando una recaudación de fondos, ”Estamos aquí apoyando a Francina Hungría”, afirmó sonriente.
Miguel Ureña, quien fue abogado de Gonzales afirmó “Ella me dijo, tío me comuniqué con el magistrado Pedro Núñez y él me dijo que no se iba a echar encima mi muerte”.
Manifestó que el fiscal había asegurado que iba a dejar sin efecto el acuerdo de que fue avalado por el Ministerio Público y que ésta no firmó para que su verdugo saliera en libertad antes de lo previsto y finalmente la asesinara delante de sus hijas el pasado 30 de agosto.
“Ella en todo momento me dijo que no lo firmó, realmente yo no tuve participación en dicho pacto que no he visto aún”, alegó Ureña.
Además, sostuvo una conversación a través de un chat en whatsapp con una amiga donde le notificaba que su verdugo estaba cada día mas loco y ésta le responde “ay si me di cuenta y va a salir con mas rabia aún”.
Yasmil Oscar Fernández Estévez usó 15 celulares durante los 18 meses que permaneció en prisión, en intentos por comunicarse con la abogada Anibel González, asediándola durante ese tiempo desde la cárcel de San Pedro de Macorís, hasta el extremo de hacerle hasta 40 llamadas en un día.
