Esta es la primera imagen de resonancia magnética del mundo que muestra el vínculo de una madre y su hijo. La imagen es de la neurocientífica Rebecca Saxe besando a su hijo de dos meses.
El cerebro del niño parece ser más liso y más oscuro. Esto se debe a que tiene significativamente menos materia blanca. La materia blanca se compone de mielina, que es el tejido graso que actúa como aislamiento de los cables que comunican los mensajes dentro de su cerebro.
Las activaciones en la imagen no se refieren al acto de besarse sino a la organización de la actividad funcional en los cerebros infantiles.
Los besos provocan una reacción química en el cerebro, que incluye una explosión de la hormona oxitocina. La oxitocina a menudo se conoce como la “hormona del amor” porque suscita sentimientos de afecto y apego.
Besar activa el sistema de recompensa del cerebro; liberando dopamina que nos hace sentir bien. También libera vasopresina que une a las madres con los bebés y las parejas románticas entre sí. También libera serotonina que ayuda a regular nuestro estado de ánimo.