En 2015, los 120 empleados de la compañía Gravity Payments recibieron una noticia inesperada: les habían aumentado el salario. Y la diferencia no era simbólica. Todos pasarían a cobrar, como mínimo, 70.000 dólares anuales, según la nueva directriz corporativa.
Detrás de aquella noticia insólita y altruista se encontraba el CEO y fundador de la compañía, Dan Price. El joven ejecutivo había decidido reducir en un 90% su propio salario, -que superaba el millón de dólares-, para mejorar la remuneración de sus empleados. Y desde entonces, la vida de muchas personas de su plantilla cambió para bien.
Ahora, cuatro años después de aquello, Dan Price demostró que no se arrepiente de haber implementado esa norma. Es más, lo volvió a hacer.
Recientemente, su compañía de procesamiento de tarjetas de crédito, Gravity Payments, adquirió la firma ChargetItPro, con sede en Idaho. Tras completar la operación, el CEO compró un pasaje de avión y voló al estado vecino para conocer a su nuevo equipo y darles una gran noticia.
“Esta mañana cortamos la cinta en la nueva oficina de @GravityPymts, en Boise, y anunciamos que todos nuestros empleados aquí comenzarán a ganar nuestro salario mínimo de USD 70.000”, escribió Dan Price en Twitter. “Estoy muy agradecido de trabajar con este increíble equipo y poder compensarlos por el valor que aportan a nuestra comunidad”.
Los trabajadores no cobrarán los USD 70.000 de inmediato, pero toda la plantilla de Idaho cobrará este 2019 USD 10.000 más que el año anterior. Además, Dan Price ya se comprometió a incrementar gradualmente esa cantidad hasta que alcance los USD 70.000 que ya cobran los compañeros de la oficina de Seattle.
Según informó la cadena de televisión estadounidense ABC, los empleados que trabajaban para ChargetItPro cobraban de media menos de USD 30.000. Esto significa que en los próximos años, muchos pasarán a ingresar más del doble de lo que percibían.
Ya en 2015, su decisión de mejorar las condiciones económicas de los trabajadores despertó las críticas de algunos escépticos, que cuestionaban sus buenas intenciones. Pero Dan Price se defendió y aseguró que estaba “harto de ser parte del problema”.
“Quiero ser parte de la solución. Antes, ganaba un millón de dólares al año y las personas que trabajaban para mí ganaban USD 30.000 al año y eso está mal, estaba alimentando el problema”, expresó el ejecutivo en aquella ocasión.
“Mucha gente piensa que renunciar a un salario de un millón de dólares al año y millones en ganancias es un sacrificio irracional. Bueno, soy prueba de una cosa. Vale la pena”, añadió.
Para Dan Price no tiene precio la gratitud de su equipo. En declaraciones a ABC contó que el aumento permitiría a una madre soltera de la oficina de Idaho dejar su segundo trabajo y pasar más horas con su hijo. Y sólo por eso ya para él mereció la pena “el sacrificio”.
Quién es Dan Price, alias “el mejor jefe del mundo”
El éxito de su rentable compañía podría llevar a muchos a pensar que Dan Price es el hijo de un matrimonio adinerado e influyente que estudió alguna licenciatura de ingeniería moderna en alguna prestigiosa universidad estadounidense, pero en realidad, las apariencias engañan.
Dan Price nació en mayo de 1984, fruto del amor de una familia humilde de Michigan. Antes de cumplir los cinco años, sus padres se mudaron a una zona rural y apartada de Idaho. No acudió a la escuela hasta la secundaria, ya que le educaban en casa. Y cuando ingresó a séptimo grado, contó que tuvo muchos problemas para adaptarse y hacer amigos.
Como tocaba el piano, la guitarra, el bajo y le gustaba cantar, se refugió en la música, y esto le permitió ganar cierta popularidad en la escuela. Entabló amistad con algunos compañeros de clase que también tocaban instrumentos y decidieron formar juntos una banda, llamada Straight Forward.
El grupo llegó a actuar frente a 5.000 personas en Idaho, pero después de alcanzar la fama, surgieron problemas, las diferencias entre sus miembros se volvieron irreconciliables, y el grupo se disolvió.
Aunque Dan Price se sintió solo y dolido cuando la banda se separó, todos los contactos que hizo durante esa época le sirvieron para embarcarse en su siguiente proyecto: la compañía Gravity Payments.
Utilizó la agenda de su padre, un consultor de negocios, y su influencia como músico en Idaho para crear una empresa de procesamiento de tarjetas de crédito. En su primer semestre en la Universidad Seattle Pacific, a los 20 años, lanzó la compañía, y aunque arrancar fue complicado, hoy está al frente de una compañía millonaria.
“A la primera persona que contraté, que todavía trabaja conmigo hoy, sólo podía pagarle USD 24.000 al año. Sin seguro de salud ni beneficios de ningún tipo. Y me sentí horrible por eso. Era joven pero a mí me parecía que [las condiciones] no estaban a la altura del trabajo”, recordó Dan Price.
“Y luego, en Gravity, me inspiró ver a estas increíbles personas que ganaban entre USD 30.000 y USD 35.000 al año y hacían cosas a un nivel más alto de lo que podían y no escuché quejas”, añadió.
Por eso decidió devolverle a sus empleados todo lo que hicieron durante años para conseguir el crecimiento de Gravity Payments. Explicó que con el aumento, sus trabajadores han podido ampliar sus familias, más del 10% pudo comprar una casa por primera vez, y todos tendrán mejores pensiones.
Infobae