Río de Janeiro, 18 oct (EFE).- La defensa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril del año pasado para cumplir una condena por corrupción, solicitó oficialmente este viernes ante la Justicia de Brasil que se le niegue al líder socialista el beneficio de la libertad condicional.
Los abogados del exgobernante presentaron al comienzo de la noche de este viernes, cuando se vencía el plazo, un recurso ante el juzgado de ejecuciones penales de la ciudad de Curitiba en el que expresan el deseo de su cliente de que se le niegue la posibilidad ofrecida por la Fiscalía de que pueda cumplir el resto de su condena en régimen semiabierto.
La Fiscalía considera que Lula, por buen comportamiento y por haber cumplido la sexta parte de su condena, tiene derecho a salir de la cárcel para trabajar de día o incluso a cumplir el resto de la condena en casa con varias condiciones.
La titular del juzgado de ejecuciones penales de Curitiba, Carolina Lebbos, tiene que pronunciarse en los próximos días sobre la petición hecha en septiembre pasado por la propia Fiscalía en este sentido.
Lula ya había manifestado su rechazo a esa posibilidad en una carta que divulgó en septiembre pasado en la que dijo que no pretendía “cambiar mi dignidad por mi libertad” por considerar que tanto su proceso como su condena son ilegítimos.
El exmandatario asegura que solo acepta salir de la cárcel cuando la Justicia lo declare inocente y que no pretende aceptar un “cambalache” ofrecido por los fiscales para intentar darle apariencia de legitimidad al proceso en su contra, que considera una persecución política.
El exdirigente sindical también rechaza cualquier condicionamiento a su libertad, como el uso de una tobillera electrónica, la restricción a sus movimientos o el tener que presentarse regularmente ante las autoridades.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin, explicó en una rueda de prensa que su cliente “no acepta la petición de la Fiscalía de progresión de la condena porque pretende luchar por su plena libertad, su plena inocencia y el reconocimiento de que no practicó ningún crimen”.
Zanin agregó que el recurso presentado este viernes tiene como base una cautelar en que el Supremo Tribunal Federal establece que el proceso de Lula no puede ser motivo de ninguna deliberación hasta que la propia Corte Suprema no se pronuncie sobre un recurso en que el expresidente pone en duda la imparcialidad del juez que lo condenó, el actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro.
El abogado explicó que tal cautelar fue dictada cuando la Fiscalía intentó que Lula fuese transferido desde la sede de la Policía Federal en la sureña ciudad de Curitiba, en donde cuenta con una celda especial, al presidio de Tremebé, un penal en el estado de Sao Paulo destinado a presos especiales.
Zanin agregó que dicha cautelar aún están en vigor y que la misma impide que la jueza de ejecución penal se pronuncie sobre la petición de la Fiscalía para que Lula pueda ser liberado con condiciones.
El expresidente cumple actualmente una pena de ocho años y diez meses de prisión, ratificada en tres instancias diferentes, por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales, tras haber sido hallado culpable de recibir un apartamento en la playa a cambio de favores políticos a la empresa OAS, una de las constructoras favorecidas con contratos con la petrolera estatal Petrobras.
Sobre Lula ya pesa otra condena, a doce años y once meses de cárcel en un caso muy similar, por las millonarias obras realizadas por diferentes empresas en una casa de campo en la que el líder socialista descansaba semanalmente en Atibaia (interior del estado de Sao Paulo).
Esta última sentencia tan solo fue dictada por el juez de primera instancia y aún no fue analizada por el tribunal de segunda instancia, por lo que Lula podría defenderse en este proceso en libertad.
El exgobernante tiene otros procesos abiertos en la Justicia por diferentes corruptelas pero en todos se ha declarado inocente y víctima de una “persecución judicial” que busca evitar su regreso al poder.