Los vikingos eran una sociedad más igualitaria de lo que se podría pensar por su época. Las mujeres participaban en la guerra igual que los hombres y existen pruebas arqueológicas de ello. Ahora, 1.000 años después, podemos poner rostro a una de esas guerreras vikingas, que además sufrió una grave herida en batalla. Usando tecnología de reconstrucción facial, un grupo de científicos ha puesto cara a una noruega que vivió hace diez siglos, informa The Guardian.
La responsable del proyecto es la arqueóloga Ella Al-Shamahi, que usó un esqueleto femenino hallado en un enterramiento vikingo en Solor, Noruega, y que se conserva en el Museo de Historia de Oslo. Pese a que el cuerpo había sido enterrado con numerosas armas (flechas, una espada, una lanza y un hacha), no se consideraba que se tratara de una guerrera simplemente porque era mujer. Pero el análisis de una herida que presentaba el cráneo, a la altura de la frente, y que es compatible con un golpe de espada, demuestra que la mujer era muy probablemente una guerrera.
Aunque el corte alcanzó el cráneo de la mujer, los investigadores no pueden afirmar que la herida provocara su muerte, ya que el análisis forense revela signos de curación de la misma. Para Ella Al-Shamahi, se trata de la primera evidencia de una mujer vikinga con una herida de batalla.
La reconstrucción facial forma parte de un documental producido por National Geographic. En él se muestra el proceso de recreación de la cara de esta vikinga. La doctora Caroline Erolin, del Centro para la Anatomía e Identificación Humana de la Universidad de Dundee, en Escocia, explica a The Guardian que la reconstrucción se llevó a cabo añadiendo capas de músculo y piel sobre el cráneo: “La reconstrucción resultante nunca es 100% exacta, pero sería suficiente para que alguien que hubiera convivido con ella la reconociera”.
Fuente: 20Minutos.es
