El Papa Francisco celebró una Misa en el estadio de béisbol de Nagasaki este domingo 24 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey, durante su viaje apostólico en Japón.
“El uso de energía atómica para propósitos de guerra es inmoral, así como la posesión de armas atómicas es inmoral, como dije hace dos años. Seremos juzgados por esto”, dijo Francisco durante la misa.
Manifestó que Nagasaki lleva en su alma una herida difícil de curar, signo del “sufrimiento inexplicable de tantos inocentes” y víctimas atropelladas por las guerras, pero que siguen sufriendo hoy en esta tercera guerra mundial a pedazos.
“Alcemos nuestras voces aquí́ en una plegaria común por todos aquellos que hoy están sufriendo en su carne este pecado que clama al cielo”, pidió el Santo Padre.
Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki (caída de bombas atómicas en Japón) fueron ataques nucleares ordenados por Harry Truman, presidente de los Estados Unidos, contra el Imperio del Japón. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, lo que contribuyó, junto con la Guerra soviético-japonesa, a la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.