Empresa británica desafía a Trump distribuyendo ron cubano

La empresa británica Diageo PLC, un gigante global de la distribución de bebidas alcohólicas, anunció la conformación de una empresa mixta con la cubana Cuba Ron S.A. para la distribución internacional del ron Santiago de Cuba, una acción que desafía abiertamente la política de Estados Unidos de complicar la inversión extranjera en la isla.

La empresa británica, que mercadea globalmente importantes marcas como Johnnie Walker, Tanqueray y Guiness, sumará a su cartera la línea Santiago de Cuba, que es el segundo ron cubano premium más grande detrás de Havana Club, y cuenta con cuatro variantes principales en sus productos blanco, añejo, 11 años y 12 años.

Se produce totalmente en Santiago de Cuba, en una destilería que fue parte de la fabricante de los rones Bacardí, que está en disputa por haber sido nacionalizada tras el triunfo de la Revolución en 1959.

“La empresa conjunta con Corporación Cuba Ron está en consonancia con la estrategia de invertir detrás de oportunidades de crecimiento en marcas premium y superiores”, explicó David Cutter, presidente de producción y compras globales de Diageo.

“El trabajo conjunto brinda una gran oportunidad para expandir la cartera de negocios de la firma, en segmentos de la categoría de ron, cuyo crecimiento se impulsa por la premiumización a nivel mundial”, agregó.

El nuevo ente corporativo se llamará Ron Santiago S.A. y busca posicionarse como un importante suplidor internacional del mercado premium.

“El ron cubano en la categoría de premium representa actualmente alrededor del nueve por ciento de este tipo de bebida en el mundo, por lo que el objetivo principal de la empresa mixta Ron Santiago S.A., constituida hoy, es elevar bastante esa cifra”, informó Luca Cesarano, gerente general de la entidad.

“Estamos interesados, tanto Cuba Ron como la firma británica Diageo, en explotar la oportunidad de hacer crecer las ventas del Ron Santiago de Cuba a nivel global, porque creemos en la capacidad del producto de demostrar su valor… La tendencia de los consumidores en Europa, uno de los principales mercados, es a tener acceso a bebidas de buena calidad, y en tal descripción se incluye el ron cubano con un líquido fabuloso y una historia tan importante como la de la ciudad que lo nombra”, explicó.

Juan González Escalona, presidente de la corporación Cuba Ron, resaltó que el verdadero valor agregado del ron cubano lo representa esa cultura de producción acumulada por 155 años, la cual la industria ronera promueve e incentiva.

“Al crear una nueva empresa, en este campo, se sigue la estrategia de avalar y reconocer el trabajo arduo de los productores, quienes tienen una misión clara de que, en un país donde se importa casi todo para confeccionar una botella de la bebida, lo más importante es la calidad que ellos le impregnan”, sostuvo.

“Se continuará premuimizando con próximas asociaciones y nuevas empresas mixtas, para que se logre en todo el mundo un reconocimiento auténtico de lo cubano”, agregó.

Para la creación de Ron Santiago S.A., Diageo aseguró que ha tomado las precauciones necesarias con el fin de cumplir con las regulaciones económicas impuestas por el gobierno de los Estados Unidos a la Isla, tales como no operar con ninguna sucursal de la firma en el país norteño ni contratar a ciudadanos norteamericanos.

“Ninguna subsidiaria de Diageo, que es un socio no el inversor principal, interactuará con ninguna entidad o persona que haga negocios con los Estados Unidos”, expresó Cesarano, al responder cómo podría afectarse la operación y el riesgo para las operaciones de Diageo en Estados Unidos, que mantiene un embargo económico contra la isla, el cual se ha intensificado los últimos dos años.

Estados Unidos, de hecho, activó el Título III de la Ley Helms-Burton, el cual permite demandas en tribunales estadounidenses contra empresas o individuos de Cuba o terceros países, que “trafiquen” con bienes confiscados por la Revolución.

La destilería donde se hace el Ron Santiago, así como otras instalaciones, han sido señaladas como confiscadas, en su mayoría, por la compañía Bacardí.

Fuente: El Nuevo Día.