Breve guía sobre el genoma humano, ¿qué pasa cuando un gen está alterado? - N Digital
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Breve guía sobre el genoma humano, ¿qué pasa cuando un gen está alterado?

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  • La herencia, la genética, está codificada o contenida en una sustancia química: el ADN.
  • “Cuando algún gen está roto es cuando puede haber una enfermedad”.

¿Por qué los seres humanos somos únicos e irrepetibles? ¿Por qué enfermamos? El organismo humano es complicado. Y la clave está en su genoma, el conjunto completo de sus genes, lo que vendría a ser como ‘nuestro manual de instrucciones’. Son como los capítulos del libro donde están escrito el funcionamiento del ser vivo.

Además, la herencia, la genética, está codificada o contenida en una sustancia química, el ADN, y la información que guarda esta sustancia química está escrita en el orden en el que están colocadas sus letras químicas. Todo esto se conoce cada vez más gracias al avance de la investigación médica, y con ello son muchas las enfermedades que se están descubriendo.

Pero para poder entenderlo mejor, el doctor Alberto Fernández Jaén, jefe de la Unidad de Neurología Infantil del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica que debemos hacer una comparación y entender qué es el genoma humano. “Vendría a ser como una enciclopedia gigante, que consta de 23 tomos, los 23 cromosomas. Sólo el primer tomo tiene 100 millones de letras, organizadas en capítulos. Entonces, cada uno de esos capítulos es un gen, que consta a su vez de sus páginas, y ese pedazo nos dice cómo construir una pieza del rompecabezas que es el cuerpo humano”, relata el experto.

En total, dice que tenemos unos 25.000 capítulos en nuestra enciclopedia o genes, que según el orden y concierto en el que se encuentren dentro de las células, se generará un determinado estado de salud o funcionamiento del cuerpo. “Cuando algún gen está roto es cuando puede haber una enfermedad”, avisa el especialista.

Precisamente, Fernández Jaén forma parte de un grupo de investigadores españoles que ha comprobado en humanos cómo una alteración genética podría explicar una nueva enfermedad que combina, entre otros, la discapacidad intelectual y la epilepsia.

En concreto, la Unidad de Neurología Infantil del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid junto a Instituto de Biología Funcional y Genómica de la Universidad de Salamanca, centro adscrito al Consejos Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han estudiado el gen ‘Fzr1’ en 390 exomas (parte del genoma) de niños que presentaban problemas de neurodesarrollo con posible origen genético.

Hasta el momento se había comprobado en ratones que la ablación de este gen causaba la muerte de las células progenitoras de neuronas, y en consecuencia daba lugar a la microcefalia en ratones. “No se conocía hasta ahora si la alteración en este gen causaba el mismo efecto en humanos”, subraya el doctor Alberto Fernández Jaén.

Con la colaboración de la doctora Ángeles Almeida, del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca, del CSIC, han descubierto esta alteración en un caso de un niño de cuatro años que sufría microcefalia prenatal, retardo psicomotor, y epilepsia refractaria.

“En este caso se comprobaron niveles muy bajos de la proteína ‘Cdh1’, que es codificada por el gen ‘Fzr1’. La mutación de este gen se ha demostrado que genera niveles bajos de la proteína ‘Cdh1’, lo que provoca el origen de la microcefalia, del retardo psicomotor, y de la epilepsia refractaria”, subraya el neurólogo, a la vez que valora que en este caso la colaboración de clínicos y de biólogos es “vital” como ha demostrado este caso.

El jefe de la Unidad de Neurología Infantil del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid cree también que numerosos pacientes presentan discapacidad intelectual, autismo, o epilepsia sin causa evidente, a pesar de los avances en la neuroimagen y en el estudio de la genética, que han aportado una información clave en el conocimiento de muchas patologías del sistema nervioso. “El diagnóstico etiológico es un reto para cualquier profesional, y muy relevante para el consejo genético, el pronóstico e incluso el abordaje terapéutico”, concluye Fernández Jaén.

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