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Sensibilidad química múltiple: qué es, síntomas y tratamiento

RAQUEL LEMOS

  • La SQM es una enfermedad que provoca muy baja tolerancia a las sustancias químicas del ambiente.
  • Muchos pacientes cuentan que, cuando no se conocía la enfermedad, les decían que se inventaban los síntomas.

La sensibilidad química múltiple (SQM) es una enfermedad que provoca una muy baja tolerancia a las sustancias químicas existentes en el ambiente. Así, la contaminación normal que puede haber en cualquier ciudad o el uso de lejía para desinfectar un baño son elementos que generan reacciones adversas en las personas que la sufren.

Algunos ejemplos de los elementos más comunes que suelen estar relacionados con la sensibilidad química múltiple son la exposición a productos de limpieza del hogar, pero también los relacionados con la cosmética y la higiene personal (champús, colonias…). Asimismo, las pinturas, disolventes, gasolina, asfalto o tabaco también provocan las reacciones que veremos más adelante. No podemos olvidarnos de los aditivos en los alimentos (colorantes, edulcorantes, conservantes) y los fármacos.

Además de esto, también las personas diagnosticadas con sensibilidad química múltiple pueden sufrir determinadas intolerancias ambientales. La exposición al sol, a las ondas magnéticas de los electrodomésticos o al ruido muy fuerte puede provocar que los síntomas de la SQM aparezcan.

Aunque en la actualidad esta enfermedad es reconocida, hace unos años esto no era así. De hecho, desde la Federación de Enfermedades Raras (FEDER) se comparten diferentes testimonios de personas que la sufren. Una de ellas afirma que “como no se conocía” parecía que se inventaba los síntomas, y es que muchos pacientes han tenido que pasar por la desconfianza de quienes no sabían nada sobre la sensibilidad química múltiple y, por ello, sus síntomas fueron ignorados.

Síntomas de la SQM

Los síntomas de la sensibilidad química múltiple son diversos y los recoge la Asociación de afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica SFC y por el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple SQM. A continuación, exponemos cuáles son:

  • Picor de garganta y tos seca.
  • Cefalea y embotamiento de la cabeza.
  • Mal estado general.
  • Náuseas y vómitos.
  • Lagrimeo, visión borrosa y picor ocular.
  • Vértigo y desorientación.
  • Dificultad para respirar.
  • Palpitaciones.
  • Fatiga.

Estos son algunos síntomas de la sensibilidad química múltiple que, a veces, pueden confundirse con alergias, falta de vitaminas, migraña o gripe. Por ejemplo, una persona que en un espacio determinado empiece a estornudar puede creer que es una reacción normal al polvo o los ácaros, pero no a esta enfermedad.

Por esta razón, es conveniente tener en cuenta algunos consejos para que diagnosticar esta enfermedad sea mucho más sencillo. De esta manera, se podrá informar al médico de lo que ocurre y conseguir que la sensibilidad química múltiple se diagnostique adecuadamente.

¿La sensibilidad química múltiple tiene tratamiento?

El tratamiento de la sensibilidad química múltiple no es más que, como indica la SFC-SQM, “evitar la exposición repetida a los agentes precipitantes”. Actualmente, no existe ningún tratamiento específico que pueda ayudar a las personas que la sufren a evitar esa reacción que tienen cuando se exponen a ciertas sustancias químicas.

No obstante, como bien hemos mencionado es conveniente recibir un diagnóstico adecuado para saber cómo prevenir y reducir la exposición a las sustancias químicas. Para ello, hay que tener en cuenta si la sintomatología se produce repetidamente ante la exposición a un mismo agente y si mejora una vez no se está en contacto con él. Todo esto hay que decírselo al médico, además de informarle de cuándo empezaron a aparecer los síntomas que pueden ser varios y no estar relacionados entre sí.

Una vez una persona ha sido diagnosticada con sensibilidad química múltiple es apropiado que tome determinadas medidas. Como indica el Protocolo SQM de Urgencias de la Comunidad de Madrid, en el caso de que haya una reacción al alcohol, en su lugar puede utilizarse povidona yodada, por ejemplo. De igual manera, las botellas de plástico pueden sustituirse mejor por botellas de vidrio. Asimismo, el uso de mascarillas puede ayudar en el caso de tener que estar expuesto a una sustancia química ante la que el cuerpo reacciona.

Con todo, hay que tener presente que la sensibilidad química múltiple es una enfermedad que aparece aún con dosis bajas de una sustancia que es tolerada por el resto de personas. Prestar atención a los síntomas y remitírselos al médico de confianza será necesario para tomar medidas que eviten el malestar y la sintomatología que provoca esta enfermedad que afecta, de manera importante, a la calidad de vida de quienes la sufren.

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