La Fiscalía del condado de Fulton anunció este miércoles que el ya expolicía de Atlanta Garrett Rolfe, quien el 12 de junio disparó al afroamericano Rayshard Brooks cuando opuso resistencia durante su arresto, enfrenta 11 cargos, incluidos el de homicidio involuntario y el de asalto con arma mortal.
Rolfe enfrenta cadena perpetua o la pena de muerte si es declarado culpable.
El segundo agente involucrado en la detención de Brooks, Devin Brosnan, enfrenta tres cargos, entre ellos el de agresión agravada.
La muerte de Rayshard Brooks se produjo el pasado viernes cuando los agentes llegaron al estacionamiento de un restaurante de comida rápida tras recibir informes de que un joven, presuntamente en estado de embriaguez, estaba durmiendo en el interior de un vehículo bloqueando el tráfico.
Desde la Policía aseguran que intentaron detener a Brooks después de que diera positivo a la prueba de alcoholemia, pero este no colaboró y les arrebató una pistola táser. Luego Brooks escapó corriendo, pero los agentes lo persiguieron y, tras dispararle varias veces, lo abatieron. El hombre fue trasladado a un hospital, donde falleció poco después.
Los hechos fueron grabados por una cámara de vigilancia y las imágenes rápidamente se difundieron en las redes. Garrett Rolfe fue despedido al día siguiente después de que el video mostrara sus acciones. Brosnan ha sido puesto en servicio administrativo.
Una autopsia realizada el pasado domingo mostró que Brooks recibió dos disparos en la espalda y murió por pérdida de sangre y lesiones en los órganos. La oficina del forense local determinó que la muerte fue un homicidio.
La muerte de Brooks provocó aún más manifestaciones a nivel nacional sobre el tratamiento de los afroamericanos por parte de la Policía. Asimismo, los manifestantes saquearon y luego incendiaron el citado restaurante.
Fuente: RT
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