Desde comienzo de los tiempos, el ser humano ha encontrado la manera de comunicarse más allá de las palabras. La isopraxis, o lenguaje de la seducción, entra dentro de este ámbito y es un campo aún por explorar en profundidad.
La herencia biológica forma parte de cada uno de nosotros, por lo que es fundamental para entender ciertos comportamientos o procesos. El cuerpo posee su propio método de comunicación, y es importante aprender a descifrarlo.
Por ello, a continuación analizamos los mensajes que puede transmitir el cuerpo.
Isopraxis: el cuerpo también habla
El cuerpo también tiene capacidad comunicativa. Si no te sientes a gusto en un lugar, probablemente las personas de tu alrededor sean capaces de identificarlo a partir de tu postura corporal o tu expresión, por ejemplo.
No se trata solo de una herramienta instintiva de supervivencia en tiempos remotos –como cuando un sonido extraño hacía que el hombre se detuviera y mirara alrededor-, sino que el cerebro también facilita que los demás perciban las señales del comportamiento.
Esto explica por qué con algunas personas se puede crear un vínculo casi inmediato y mantener una buena relación, mientras que con otras ocurra justo lo contrario.
No es difícil darse cuenta de que una persona está incómoda en una charla. Incluso, puede percibirse si alguien está escuchando solo por cortesía, aunque no guarde ningún interés en la conversación.
¿Cómo puede ayudarte la isopraxis a conquistar a quien te gusta?
Ahora bien, ¿cómo puedes usar toda esta información a tu favor para llamar la atención de la persona que te gusta? La clave está en la isopraxis. Esta técnica consiste en empatizar con el otro y crear sintonía a través de los gestos y expresiones corporales.
Por ejemplo, la imitación de la postura de la otra persona, lo que permite establecer una mayor proximidad y complicidad. Por lo general, suele hacerse de forma inconsciente y natural, ya que es una reacción física típica en situaciones sociales. Sin embargo, también puede usarse como herramienta en el arte de la conquista.
La explicación a este mecanismo está en las neuronas cubelli o neuronas espejos, las cuales están implicadas en los comportamientos de imitación, empáticos y sociales.
Un arma para conquistar
Este recurso puede usarse para atraer a una potencial pareja o bien para comprobar si has creado vínculos con una persona especial. De hecho, puedes fijarte en las personas que empiezan una relación, seguramente se tocan, están cerca el uno del otro la mayor parte del tiempo e incluso adoptan posturas similares.
Cómo saber si la otra persona está interesada
Según la isopraxis, si la otra persona te mira de frente, sus pupilas se dilatan un poco e inclina su cuerpo hacia ti, podría existir cierto interés. Pero si, por el contrario, la persona te evita, observa el reloj de forma constante o su postura corporal denota alejamiento, quizás no le atraigas demasiado.
Ten en cuenta que son afirmaciones aproximadas. Cada persona es un mundo y su manera de desenvolverse en el terreno comunicativo también. Puede que, al igual que tú, el otro esté modificando su postura corporal a propósito para que creas que no le interesas o porque se sienta nervioso delante de la persona que le gusta.
Tener en cuena a la isopraxis es importante, ya que permite establecer valoraciones reales sobre lo que la otra persona podría sentir y no expresar verbalmente. Todo esto, sin duda, te permitirá desarrollar una mejor comunicación con los demás.
Fuente: Mejor con Salud