El divorcio no es el fin del mundo, pero se puede vivir como si lo fuera. Los pensamientos y emociones que genera te pueden sumergir en un proceso vital muy complicado, y resultar muy difícil ver las cosas con claridad y calma.
Si además la pareja tiene hijos “todo se complica. Surgen pensamientos que nos hacen dudar de nuestras creencias, de nuestra valía, del futuro…. Nos sobrepasan emociones abrumadoras, contradictorias, dolorosas: rabia, tristeza, miedo, inquietud…”
Así lo resume la Fundación ATYME, una entidad privada, sin ánimo de lucro, no confesional e independiente, cuyos profesionales llevan más de 30 años trabajando en la mediación familiar y otras formas pacíficas de abordar los conflictos.
Para hacer el camino más fácil han publicado recientemente una Guía práctica, que incluye un decálogo muy útil para afrontar la situación:
Divorcio: décalogo para superar la situación
1.- Busca ayuda para atravesar esta situación: no tienes por qué hacerlo solo/a. Apóyate en tu familia y amigos pero también en personas imparciales especialistas en rupturas: mediadores, psicólogos, terapeutas… te ayudarán en este difícil momento.
2.- La familia puede seguir unida: No creas que porque tu pareja acaba, tu familia acaba también, puedes lograr que siga unida a pesar de tu ruptura.
3.- No dudes de ti: No dudes del futuro, ni del pasado, ni de tu pareja, ni de tus hijos. Comprende que este proceso es uno de los más difíciles que pasarás en tu vida y en él debes mantener la serenidad para que no sea aún más difícil y deje secuelas en el futuro.
4.- Aunque en estos momentos tus necesidades ocupan el primer lugar (esto le ocurre a casi todas las personas que están en tu situación), piensa que tus hijos te necesitan. No deben salir perjudicados de tu separación, esa es tu mayor responsabilidad.
5.- No discutas cuando estés alterado/a: No dejes que el dolor se interponga en la negociación con tu pareja, ni que otras personas te intoxiquen sobre tu proceso de ruptura. El diálogo y la comprensión son las mejores estrategias.
6.- Habla con tus hijos: Explícales lo que ocurre, resuelve sus dudas y calma sus miedos sobre vuestra separación. Seguiréis siendo una familia y todas sus necesidades (materiales y emocionales) serán atendidas.
7.- Tus hijos necesitan a sus dos progenitores: Lo mejor para ellos siempre pasa por tener a sus padres y madres cerca siendo parte de su vida. Asegúrate de que los tengan.
8.- No escales el enfrentamiento: Busca siempre la forma de llegar a acuerdos con tu pareja. Piensa en las consecuencias de un proceso judicial en el que otros decidirán sobre el futuro de tu familia.
9.- Infórmate sobre la mediación: Es una herramienta de resolución de conflictos que ya ha ayudado a miles de personas.
10.- Puedes decidir y actuar: Una separación no es el fin del mundo. Es un momento muy difícil pero tienes la capacidad de elegir cómo afrontarlo para que pase de la mejor forma posible para todos.
Los hijos
Una investigación de la Fundación ATYME sobre las rupturas de parejas con hijos que acuden a mediación, muestra cómo estos procesos impactan en el mundo emocional de niños y jóvenes.
En el resumen recogido en su guía, lo cuentan con sus propias palabras en estos extractos:
«Sé que mis padres tardaron mucho en divorciarse por nosotros, sé que lo hicieron para evitarnos dolor, preocupaciones y para que nuestra vida no se trastocase. Pero el infierno que mi hermano y yo pasamos durante cinco años, me ha hecho entender lo equivocado de ese pensamiento..”
“Mi madre ha aguantado mucho por nosotros y claro lo ha hecho lo mejor que ha podido, pero creo que no se ha dado cuenta del daño que nos ha hecho. Mi hermano y yo hemos hablado de este tema y nos sentimos muy responsables de su infelicidad.
Que mis padres no vivan juntos ha supuesto una mejoría en mi vida porque llegar a casa es descansar, llegar a casa es hablar con tu madre, con tu hermano, no tienes que estar en esa tensión, no hay broncas…”.
“Cuando mis padres se divorciaron (…) sentí alivio porque la convivencia era insoportable, había discusiones continuas, tenía que medir lo que se decía para que no surgieran problemas, por eso me sentí aliviado cuando tomaron la decisión y creo que es un buen paso, cuando ya no es posible la convivencia, me parece una buena solución…”
“Me hubiera gustado que me contaran lo que les había ocurrido, asegurarme que me querían, que siempre contaría con ellos, que todo seguiría igual para mí y que la decisión tomada, aunque difícil para todos, era una decisión para que pudieran estar mejor los tres y eso haría que me sintiera seguro…”
La mediación
La mediación, explica la Fundación ATYME, ayuda a que el coste emocional de tu ruptura sea menor y te sientas menos negativo. La mediación se centra en lo positivo, en el futuro de tu familia.
En mediación no existe la fórmula ‘uno gana, el otro pierde’. Se tienen en cuenta los intereses de todos: las dos partes de la pareja y los hijos.
Consigue ahorrarte también costes económicos: Si llegas a acuerdos con tu pareja, no tendréis que enfrentaros en los juzgados.
Es una gran alternativa lejos de los juzgados: No se centra en los derechos legales, sino en lo que ambas partes consideráis que es lo adecuado para vosotros y vuestros hijos.
Y finalmente la mediación no te obliga a nada, pero te permite llevar tus propios acuerdos al juzgado para que un juez ratifique lo que habéis decidido para vuestro futuro.
Un proceso judicial de divorcio o separación sin acuerdos acaba obligando a las partes a acatar la decisión de un juez.
Fuente: EFE