Por Corina Rosario.- El rechazo a la vacuna por una parte de la población en el país, bautizados como los “antivacunas” generó que las autoridades sanitarias se valieran de una resolución que obliga al ciudadano mayor de 12 años a presentar su tarjeta de vacunación, esto si quiere acceder a servicios públicos, centros comerciales, escuelas y lugar de trabajo.
Esta es la primera medida que impone el gobierno dominicano para que, los que no se han inoculado por motivación, lo hagan por necesidad.
Sin embargo, las imposiciones en favor de la vacunación, no sólo están echando raíces en suelo dominicano, otros países han ido más allá, han tocado piezas claves y sensibles que sitúan entre la espada y la pared la decisión de no vacunarse, entre ellas: multar, llevar a prisión y hasta expulsar de su lugar de trabajo a los que se reúsan.
Washington
Empezamos en el ámbito laboral con el caso más reciente, que fue el despido del entrenador, Nick Rolovich en el estado de Washington. El técnico dejará de percibir tres millones de dólares. Washington State lo desvinculó de su equipo de fútbol americano universitario, así como a cuatro de sus ayudantes, por negarse a la vacunación anticovid.
En agosto, Delta Air Lines anunció que impondrá una multa mensual de 200 dólares a los empleados que no estén vacunados contra el Covid-19, convirtiéndose en la primera gran empresa estadounidense en imponer sanciones para alentar la vacunación.
Francia
En países de Europa, como Francia, bajo pena de sanciones, están imponiendo la inmunización de sus profesionales sanitarios antivacunas. Consiste en que, si un profesional de la salud no puede ejercer su actividad por no estar vacunado durante 30 días, será castigado bajo el artículo L3136-1 del código de Salud Pública, que establece el pago de una multa económica que oscilará entre los 135 y los 375 euros.
Arabia Saudita
En Arabia Saudita, las medidas son similares a las de RD. En agosto de este año, prohibieron a quienes no hayan recibido ninguna dosis de la vacuna contra el Covid-19 que en ese momento era el 23 % de su población, acudir a sus centros de trabajo y participar en cualquier actividad pública.
En un poblado de Colombia se aplicó tres sanciones en una
En el mismo mes de agosto de este año, la paciencia que perdieron las autoridades con los antivacunas, en el municipio de Sucre en Colombia, le costó a sus habitantes no vacunados guardar estricto encierro en sus casas con penas de multas y en algunos casos, cárcel.
Indonesia fue pionera
En las propuestas de sanciones, Indonesia tomó un paso hacia adelante. Desde febrero, el Gobierno federal instauró la vacunación obligatoria e inmediatamente amenazó con multas y restricciones de servicios públicos a las personas que se nieguen a recibir la inyección.
En junio, Abinader descartó aplicar la fuerza contra los antivacunas
Cuatro meses atrás, el presidente Luis Abinader descartó obligar a los reusados a vacunarse, a través de medidas forzosas, “porque sería inconstitucional”, según explicó el primer mandatario, y en ese momento aclaró que el gobierno prefiere continuar con las campañas de sensibilización que ya habían iniciado, esta era la llamada “Jornada Permanente de Vacunación Masiva”, que dio sus frutos mientras fue intensamente promovida.
Con la reciente resolución 0000-48 del Ministerio de Salud Pública, fue evidente que el Estado decidió recular.
Empresarios en sintonía con el Gobierno
El vicepresidente ejecutivo del Consejo de la Empresa Privada (Conep), César Dargam, este pasado 19 de octubre respaldó que las empresas del país exijan vacunas contra el covid-19 a los empleados, de lo contrario, se mostró de acuerdo en que las mismas suspendan a sus colaboradores no quieran hacerlo.
Sin embargo, al igual que el primer mandatario de la República, en junio, en la voz de su presidente, Pedro Brache, el Conep no consentía que se obligara a los ciudadanos a inocularse, pero sí que fueran motivados a través del sentido de la responsabilidad individual.