En medio de la quinta ola de coronavirus que hoy sufre Europa y del pequeño pero sostenido aumento de casos que registró la Argentina en los últimos días (se pasó de 400 contagios por día a más de 2.000) por la circulación de la variante Delta, una pregunta sobresale en la comunidad. ¿Cuánto dura la protección de las vacunas contra COVID-19?
Esa misma pregunta se hacen los expertos que todos los días investigan al complejo SARS-CoV-2. También los gobiernos se hacen esa pregunta, alentando a la vacunación completa de su población con dos dosis y también, en algunos casos puntuales, una tercera dosis de refuerzo.
Sobre el tiempo que dura la inmunidad adquirida con las vacunas frente a la COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que aún se está investigando sobre la intensidad y la duración de esa protección, si bien la institución confiesa que está procurando determinar si la intensidad y la duración de la respuesta inmunitaria dependen del tipo de infección que tiene la persona: sin síntomas (‘asintomática’), o con síntomas leves o graves.
Aquí recuerda que, en lo que respecta a otros coronavirus, por ejemplo, el del resfriado común, el SARS-CoV-1 y el del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), la inmunidad disminuye con el tiempo, como en el caso de otras enfermedades. “Si bien las personas infectadas por el SARS-CoV-2 desarrollan anticuerpos e inmunidad, aún no sabemos cuánto dura esa inmunidad”, manifestaron sus expertos.
Desde el comienzo de la pandemia la gran mayoría de los estudios sobre inmunidad se han concentrado en los anticuerpos y no tanto en la actividad de las células del sistema inmune, en especial los linfocitos que componen una especie de ejército profesional preparado para actuar y defendernos. Meses, incluso años después de que los anticuerpos hayan desaparecido de la sangre, los linfocitos de memoria pueden reactivarse cuando aparece de nuevo el virus y encumbrar una nueva defensa, incluida la producción de nuevos anticuerpos.
Nuestro cuerpo reacciona frente a las vacunas con dos formas de defensa. Una manera es la que se conoce como inmunidad humoral y consiste en la generación de anticuerpos por parte de células linfocitos B, que bloquean al virus antes de que produzca la infección. Según varios estudios científicos, la combinación de las vacunas estudiada otorga una mayor respuesta inmunitaria frente al virus, que se suma a la ya observada gracias a la generación de anticuerpos o inmunidad humoral.
Infobae