Kinsasa, EFE.- Al menos 43 personas murieron y 56 resultaron heridas este miércoles en las protestas convocadas por una secta religiosa del este de la República Democrática del Congo (RDC) contra la misión de las Naciones Unidas (Monusco) en el país, a la que acusaron de no proteger a los civiles, informó el Gobierno congoleño.
“Los manifestantes alteraron el orden público y mataron por lapidación a un agente de la Policía, lo que provocó la intervención de las fuerzas de seguridad para restablecer la tranquilidad y serenidad en la ciudad (de Goma)”, señaló el Ministerio de Comunicación y Medios de Comunicación de la RDC en un comunicado emitido a última hora de este jueves.
“Al mismo tiempo que deplora la pérdida de vidas, el Gobierno de la RDC presenta sus condolencias a los familiares de las víctimas y expresa toda su compasión a los heridos”, añadió el documento.
Según el Ministerio, las autoridades del país han abierto una investigación militar para que los “culpables puedan responder de sus actos ante los tribunales”.
Las fuerzas de seguridad también detuvieron a 158 personas, incluido el líder de la secta que organizó las protestas, Ephraïm Bisimwa, que serán “juzgadas en las próximas horas”.
Las movilizaciones ocurrieron en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte y una de las principales urbes del este del país.
El día de las protestas las autoridades provinciales informaron de la muerte de siete personas, si bien indicaron que ese “recuento” aún era “provisional”.
Los manifestantes pertenecían a la secta “Fe Natural Judaica Mesiánica para las Naciones” (FNJMN), cuyos miembros se hacen llamar “wazalendo” (“patriotas”, en suajili), como se conoce a las milicias armadas que colaboran con el Ejército congoleño para luchar contra otros grupos rebeldes en el este del país.
Esta la no es la primera vez que la población congoleña sale a la calle para protestar contra la Monusco, presente en la RDC desde hace más de dos décadas y a la que a menudo se le acusa de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles del más de un centenar de grupos armados que operan en el este del país.
Las protestas de junio de 2022 desembocaron en el asalto y saqueo de las instalaciones de la ONU en varias localidades, causando al menos 33 muertos, incluidos civiles y cuatro cascos azules, según cifras oficiales.
Después de esos hechos, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, habló en agosto de 2022 con el secretario general de la ONU, António Guterres, para abordar la crisis, tras confirmar que “un plan de retirada progresiva” de la misión está en marcha de cara a 2024.
El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de los soldados del Ejército, pese a la presencia de la Monusco, con alrededor de 16.000 efectivos desplegados.