La osteoporosis no es la única enfermedad vinculada a los huesos. La osteítis deformante, o Enfermedad de Paget, puede afectar también el sistema esquelético humano, ocasionado deformaciones en toda su extensión. A continuación hablaremos más de ella.
¿Qué es la enfermedad de Paget?
Cuídate Plus indica que la enfermedad de Paget, conocida también como osteítis deformante, es una inflamación y deformación del hueso. Después de la osteoporosis, es la segunda enfermedad ósea más importante.
El riesgo de desarrollar la enfermedad de Paget aumenta con la edad. Las personas mayores de 40 años son especialmente vulnerables, sin embargo, es posible desarrollarla a partir de edades más tempranas.
La enfermedad de Paget no tiene causas identificadas con exactitud. Sin embargo, es posible que tenga conexiones con el sarampión y la rubéola. Por otro lado, como tiene presencia en miembros de un mismo grupo familiar, puede que haya factores genéticos involucrados.
Síntomas
La enfermedad de Paget no siempre desarrolla un cuadro sintomático. No obstante, si los síntomas se presentan en el paciente, generalmente serán los siguientes:
- Deformidades
- Dolor óseo
- Fracturas
Es posible que la persona desarrolle fiebre debido a que las zonas afectadas por fracturas o deformidades experimentan un aumento inusual de la temperatura.
Tratamiento
No todos los casos de osteítis deformante ameritan tratamiento. Las personas cuyos análisis sanguíneos expongan anomalías leves o que no tengan síntomas no necesitan ser tratados.
En los casos donde la enfermedad genera empeoramiento o dolor óseos, es común que se le receten fármacos al paciente para acabar con el dolor. Estos medicamentos suelen ser analgésicos y antirresortivos.
La opción quirúrgica está reservada para los casos de deformaciones graves, o cuando se coloca una prótesis.
Aunque la enfermedad de Paget no siempre perjudique la salud del paciente, necesita ser vigilada en orden de evaluar su desarrollo y diseñar estrategias para afrontarla. No dejes de consultar periódicamente a un médico especialista.
Fuente: La Opinión