La ONG Observatorio Venezolano de Violencia presentó ayer su balance anual según el cual el país “se ubicará como el país más violento de América Latina”, con una tasa de homicidios de 81,4 por cada 100.000 habitantes.
El Observatorio, que coordina el estudio en el que participan las principales universidades del país, cifró en 23.047 las muertes violentas.
Estos datos son inferiores a los expuestos el año pasado cuando el total según la ONG fue de 26.616 muertes violentas y la tasa se ubicó en 89 por cada 100.000 habitantes. No obstante, el Observatorio afirmó que esto no significa alguna mejora en la “epidemia” nacional de violencia.
La ONG detalla en su informe que este año se produjeron 7.523 muertes violentas por resistencia a la autoridad y otras 5.102 que están bajo averiguación, en tanto que el balance oficial omite estos casos.
“Los resultados de este año muestran una disminución en la cifra de homicidios cometidas por los delincuentes y un notable incremento de las víctimas caídas a manos de las fuerzas policiales”, dijo Roberto Briceño León, portavoz del observatorio.
El experto adelantó que el “exterminio” de los delincuentes a manos de policías podría servir de hipótesis para explicar la disminución de la tasa de homicidios, así como el hecho de que numerosos delincuentes han emigrado, puesto que sus actividades dejaron de ser rentables en Venezuela, un país que atraviesa una severa crisis económica.
Los estados más violentos son Aragua y Miranda. El documento de la OVV indica además que la mayoría de los homicidios se cometen “en plena calle” contra hombres, con el uso de armas de fuego y durante las noches de los fines de semana.