Las críticas a la brutalidad policial y al racismo en Estados Unidos se colaron los premios Óscar de la pandemia, que se celebran este domingo con una ceremonia totalmente adaptada a las medidas contra el coronavirus.
Los directores Martin Desmond Roe y Travon Free, quienes ganaron el premio Oscar al mejor cortometraje por “Two Distant Strangers”, se presentaron en la alfombra con unas chaquetas y zapatos en los que aparecían los nombres de algunos negros que murieron a manos de la Policía en los últimos años en Estados Unidos.
George Floyd, Breonna Taylor, Philando Castile, Stephon Clark o Duane Wright son algunos de los nombres que los cineastas llevaban escritos en sus trajes a modo de denuncia. Estas y otras víctimas han sido objeto de reivindicaciones por parte del movimiento antirracista Black Lives Matter.
La 93 edición de los Óscar, con películas muy conectadas con el “black power” y el antirracismo como “Judas and the Black Messiah”, se celebra este domingo solo cinco días después de que se conociera la condena a Derek Chauvin, el expolicía acusado de matar por asfixia al afroamericano George Floyd el 25 de mayo de 2020 y que fue declarado culpable de los tres cargos que afrontaba.
Los miembros del jurado decidieron de forma unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta diez años de privación de libertad.
Otro ejemplo de reivindicación antirracista en los Óscar fue la actuación de H.E.R., nominada a mejor canción con el tema “Fight For You” de “Judas and the Black Messiah” y que cerró su interpretación en la antesala de la ceremonia con el puño al aire y con mensajes de “power to the people”.