Casi 140 años después del nacimiento de Albert Einstein, la Universidad Hebrea de Jerusalén adquirió un centenar de páginas manuscritas por el físico, incluyendo un documento inédito de sus trabajos sobre la teoría de campo unificado, así como cartas que revelan más luces sobre la personalidad del genio científico.
La Universidad Hebrea, de la que Einstein fue uno de los padres fundadores y que posee uno de los fondos más importantes del mundo sobre él, presentó este miércoles una parte de las 110 páginas manuscritas que recibió hace dos semanas, después de habérselas comprado a un coleccionista estadounidense.
La mayor parte del contenido son cálculos matemáticos de finales de los años 1940, pero también cartas dirigidas a colaboradores y escritos más personales, como la misiva que le envió a uno de su hijos, Hans Albert.
Estos documentos brindan “un acercamiento directo y sin editar de los trabajos de una de las mentes más creativas de la historia de la ciencia”, destacaron las autoridades de la institución. La adquisición también incluye una página que nunca habían visto los investigadores, si bien sí que sabían de su existencia.
Ésta forma parte de un apéndice de ocho páginas de un artículo de 1930 sobre los esfuerzos del científico para elaborar la teoría de campo unificado.
Esas ocho páginas nunca fueron publicadas pero los investigadores tenían copias, según él. “Pero, en las copias que teníamos, faltaba una página, era un problema, un enigma. Para nuestra gran sorpresa y satisfacción, está pagina se encuentra aquí”, dijo, complacido.
Einstein, quien desarrolló la teoría de la relatividad, un pilar de la ciencia moderna, intentó sin éxito durante décadas probar otro concepto, que el electromagnetismo y la gravedad eran manifestaciones diferentes de un único campo fundamental.
Cartas sobre religión
Especialmente curiosa es la correspondencia publicada entre Einstein y su amigo Michele Besso. Además de varios intercambios científicos, las cartas contienen varios comentarios sobre temas familiares y de identidad judía.
“Seguramente no irás al infierno, incluso si te bautizaste”, escribe Einstein a Besso, quien se había convertido al cristianismo.
“Como goy (no judío), no estás obligado a aprender el lenguaje de nuestros padres, mientras yo como ‘santo judío’ me debería sentir avergonzado del hecho de que sé casi nada de hebreo. Pero prefiero sentirme avergonzado que aprenderlo”, bromeó Einstein.
Alerta por el nazismo
En la nueva colección de manuscritos se puede encontrar por ejemplo una carta de Einstein a su hijo Hans Albert que estaba viviendo en Suiza en 1935. Einstein, quien se establecería en Estados Unidos después de renunciar a su ciudadanía alemana cuando Adolf Hitler llegó al poder, expresó su preocupación por la complicada situación en Europa y la llegada de los Nazis en Alemania.
“Leí con cierto temor de que hay un gran movimiento en Suiza, instigado por los bandidos alemanes. Pero creo que incluso en Alemania las cosas están cambiando lentamente”, consideró.
Ante el nuevo panorama político, expresó: “Esperemos solo que no tengamos primero una guerra en Europa… El resto de Europa está comenzando finalmente a tomarse el asunto en serio, especialmente los británicos. Si se hubieran involucrado con fuerza hace un año y medio hubiera sido mejor y más fácil”.
Esta nueva colección forma parte de la extensa recopilación del Archivo Albert Einstein que contiene más de 80.000 manuscritos, cartas y fotografías, entre otros, que acercan al público la figura del físico ganador del premio nobel.
En su testamento, legó a la Universidad todos sus escritos y su patrimonio intelectual, incluido el derecho a la utilización de su imagen, como la de la famosa foto del físico sacando la lengua.