La politóloga Rosario Espinal sostiene que destitución del Roberto Fulcar como ministro de Educación deja malparado al presidente Abinader en el entendido de que a cada funcionario le lleva tiempo adaptarse y dominar el andamiaje de una institución que dirige.
“La destitución no habla bien del incumbente ni de quien lo nombró. Un Gobierno debe ser más certero en sus nombramientos, porque a cada funcionario le toma tiempo aprender”, afirmó.
En una conversación con N Digital la experta en política y socióloga indica que se sobreentiende que el mandatario no quería más en el cargo al exministro de Educación, indicando que abundan los comentarios sobre el mal manejo del funcionario.
“No se sabe la razón exacta de la destitución, unos dicen que por ineficacia y otros que por corrupción, lo que si se indica es que el mandatario no lo quería más en el puesto” dijo.
Fulcar se caracterizó por ser uno de los funcionario que mayor número de ruidos desde los primero meses posteriores a su designación el 16 de agosto del año 2020.
Una licitación por más de RD$ 600 mil para compra de orquídeas, denuncia de irregularidades en los concurso de nuevos docentes, conflictos con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y la compra de libros digitales por unos mil 800 millones de pesos, son algunos de los casos de irregularidades dado en su gestión.
Fulcar fue destituido mediante el decreto 414-22 y en su lugar fue designado Ángel Hernández, uno de los fundadores de la Universidad Abierta Para Adultos y quien se desempeñó como asesor del Poder Ejecutivo en materia de Educación.
Con esta destitución el presidente Abinader saca del tren gubernamental a uno de los principales armadores de su proyecto político de cara al proceso electoral del 2020, fungiendo como jefe de campaña.
